Está comprobado que cuando hablamos de dinero no somos
racionales, parece que las matemáticas abandonan nuestra mente y nuestro
comportamiento lejos de ser lógico, acaba siendo todo lo contrario.
En diversos estudios se ha comprobado mi afirmación, cuando
hablamos de dinero somos irracionales.
En EEUU, donde son tan aficionados a medirlo todo y donde se hacen los experimentos más extravagantes, pero a la vez esclarecedores, durante años los psicólogos han estado realizando un experimento con estudiantes, para comprobar hasta que punto nuestro comportamiento es irracional, cuando el dinero entra en escena.
En EEUU, donde son tan aficionados a medirlo todo y donde se hacen los experimentos más extravagantes, pero a la vez esclarecedores, durante años los psicólogos han estado realizando un experimento con estudiantes, para comprobar hasta que punto nuestro comportamiento es irracional, cuando el dinero entra en escena.
El experimento en cuestión es subastar un billete de 20 dólares,
comenzando por un dólar y subiendo las pujas de 1 en 1. Hay una pequeña trampa
y es que cuando llegas al límite, si abandonas la puja y otro puja 1 dólar más
que tu, debes pagar tu apuesta.
Esta claro ¿No? Si yo pujo 2 dólares, otro puja 3 y se “lleva
la puja”, yo tendré que pagar mis dos dólares de apuesta.
Al principio todo sucede de forma normal, apuestas de 1 dólar,
dos dólares, cinco dólares. Cuando las pujas llegan alrededor de los 15 dólares
los ánimos se empiezan a caldear y las pujas suelen estar entre dos personas, en ese momento empieza el baile irracional.
Los participantes empiezan a caer en la cuenta de que si
abandonan la puja y el otro contrincante se queda con los 20 dólares tendrán
que pagar su apuesta.
Llegar hasta los 21 dólares, si tu contrincante abandona, tiene
sentido, sólo perderás un dólar.
A partir de esa zona las pujas y el miedo a la pérdida
dispara las cifras. ¿Sabes por qué? Aversión a las pérdidas, así lo denominan
los psicólogos, la pérdida tiene mayor impacto sobre nuestros sentimientos que
la sensación de ganar. En una de las pujas, un alumno llegó a pagar 204 dólares
por un billete de 20.
En otro experimento proponía a los estudiantes dos
opciones:
- Ganar 50.000 dólares al año, cuando todo el mundo ganaba alrededor de 25.000.
- Ganar 100.000 dólares cuando todo el mundo ganaba alrededor de 200.000.
Durante el experimento se dejo claro, que el poder
adquisitivo no variaba en ninguna de las dos opciones, o sea que podrían
comprar la misma cantidad de cosas.
¿Sabes cual fue el resultado? El 50% eligió la primera opción,
preferían dejar de ganar 50.000 dólares al año, que ganar la mitad que la mayoría.
Somos o no somos irracionales con el dinero.